Manuel Monteserín

"El acceso al museo se produce por el lado norte.
Tras mostrar el código QR con la entrada, recibo información en mi móvil para poder hacer el recorrido con información adicional que se irá actualizando.
Dejo mis pertenencias en una de las taquillas situadas al iniciar el recorrido.
Este recorrido comenzará con los orígenes de la literatura coreana.
A lo largo del gran mueble expositor voy viendo distintos libros antiguos, utensilios de escritura, etc. En este punto se abre un primer patio. Este no es accesible, pero de el llega la luz y el movimiento suave del bambú. Es un patio que hace referencia a los orígenes chinos de la literatura coreana.
Paso el patio, y llego a una sala audiovisual donde se recrean acontecimientos de la época clásica.
Continuo la senda de la historia hasta llegar a un pequeño estanque. Se puede salir y sentarse al rededor de el, contemplando como el museo se refleja en el y escuchar el sonido del agua.
A continuación el museo vuelve a ensancharse y me encuentro con una exposición de caligrafía de la época.
Continuo. En la parte inferior del mueble expositor hay reproducciones, miles de libros correspondientes a cada uno de los años o siglos que vamos recorriendo y que puedes coger para leerlos en el museo. Cojo uno sobre batallas y me voy al siguiente patio. Salgo y me siento en un precioso jardincito. Me recuerda a los jardines exuberantes de los templos.
Devuelvo mi libro en uno de los puntos de recogida y veo a través de un vidrio una zona donde personas acreditadas pueden estudiar volúmenes originales.
Comienzo la época moderna, en el mueble expositor aparecen pantallas con los últimos webtoons. Algunos de ellos puedes descargártelos de forma gratuita en tu movil.
Llego al auditorio, tengo la suerte de asistir a la presentación de la última novela de Han Kang y de que me la firme personalmente!
Salgo al último jardín, donde hay un grupo de gente sentada en las gradas, escuchando un recital de poesía. Siento que la literatura coreana está mas viva que nunca.
Al final del recorrido me encuentro con una tienda y una pequeña cafetería que tienen una agradable terraza a la sombra de los arboles donde arranca la ladera. Me siento y me tomo un te mientras asimilo todo lo que he aprendido.
Un caminito porticado me conduce a la salida, mientras desciendo pienso  en como la mujer coreana poco a poco ha ido ganando relevancia en la literatura, en como los temas de los que se ha escrito han evolucionado, y me pregunto como evolucionará en el futuro.”